Re Sim Sol
Cortó la roca,
La Re Sim Sol
hizo hermanos levantando una casa,
La Re Sim Sol
una familia de trabajo y alabanza,
Mim La Re
con el ejemplo construyó fraternidad.
Sim Sol
Pero fue Dios,
La Re Sim Sol
el que vivía en el cuerpo de este hombre,
Mim
el que escuchaba, sonreía
La Re
y daba fuerzas para andar.
Sim
Porque el hombre sin Dios
Mim La
no es dueño de sí mismo.
Re Sim
Porque el hombre sin Dios
Mim La
conoce la derrota.
Re Sim
Y es que el hombre sin Dios
Sol La
no puede caminar (2).
Le combatían y discutían su idea de locura,
desanimaban su entusiasmo y se oponían;
él no tenía quien luchase a su favor.
Pero fue Dios,
el que apoyaba cada paso de este hombre,
el que velaba y desmentía
al orgulloso y charlatán.
Corrió los montes,
probó el cansancio y el sabor
de los sudores.
El aldeano recibió sus bendiciones,
le dió su cama y él durmió en el portal.
Pero fue Dios
el que alumbraba el corazón de este hombre,
y mantenía su esperanza por el pobre sin hogar.