LA- SOL MI LA-
Latinoamérica nos reta a un sólo desafío,
SOL
el de llegar más hondo en las opciones
MI LA-
y el de discernir.
RE- SOL MI7 LA-
Sentir como María los gritos del hermano,
RE- SOL FA SOL
que sea nuestra causa la misma de Jesús liberador.
Cruz arraigada, dobles brazos para abarcar
al pueblo, pueblo que ha esperado
con paciencia que surja un nuevo ¡Sí!
El Reino, Patria Grande empuja hoy la historia
que pisa con los otros deja huellas de resurrección.
LA- SOL
AMÉRICA, TU ROSTRO ES LOS ROSTROS
LA-
DE LOS QUE DAN LA VIDA
MI7 LA- MI7 LA-
AMÉRICA QUE CANTA, AMÉRICA QUE GRITA,
MI7 LA- SOL
AMÉRICA QUE ESPERA,
MI7 LA- MI7 LA-
AMÉRICA DE MÁRTIRES, DE ROSTROS OLVIDADOS,
MI7 LA- SOL
DE SANTOS Y PROFETAS.
Luchas pacientes y fecundas
que multiplican vida,
revueltas como un signo del futuro
y de comunión.
Regalo para otros, un mate compartido,
un parto, un nacimiento,
cruz de liberación al morir.
Casas abiertas, liberadas
como un caudal despierto.
Constante realismo del que rompe
para construir.
Presencia que celebra, constante compromiso,
opción que se hace fuerte
bajo una sola cruz, un Señor.
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Tras cinco meses en Colombia,
con más de cuarenta
cristianos de toda Sudamérica,
en la última eucaristía que celebramos juntos,
nació esta canción.
Son las voces y las utopías de la Iglesia
Latinoamericana, que cree, espera y canta.