(F. II, pag.37; Jn 4, 1ss)
C/4
mi
Un paso y otro paso,
DO RE SOL
se hace costoso el camino;
DO RE
atrás queda lo seguro,
SOL mi
la familia, los amigos,
DO RE
los hermanos que Él nos dio.
SOL mi
Vamos con hambre y con miedo,
DO RE
¿quién limpiará nuestra frente?
SOL mi
¿quién dará sombra al calor?
DO RE
¿quién secará, el llanto amargo?
DO SOL RE
¿quién calmará nuestra ardor?
SOL RE DO RE
LEVANTAD LAS PIEDRAS Y TENED FE,
SOL mi RE
¡VAMOS! TODAS JUNTAS LOGRAREMOS
DO RE
QUE BROTE EN LA TIERRA
SOL mi
UN MANANTIAL DE AGUA
DO RE SOL RE
QUE SACIE EL HAMBRE Y LA SED. (2)
mi
Un paso y otro paso,
DO RE SOL
con hambre y con sed te seguimos;
DO RE
porque a pesar de los años
SOL mi
las piedras se hacen camino;
DO RE
la debilidad es cauce
SOL mi
para el encuentro contigo.
DO RE
¿Es que va a vencer el miedo?
SOL mi
¿podrá más que nuestra fe?
DO RE
¿quién es, Joaquina, tu centro?
DO SOL RE
¿quién te sosiega en la sed?
SOL RE DO RE
LEVANTAD LAS PIEDRAS Y TENED FE,
SOL mi RE
¡VAMOS! TODAS JUNTAS LOGRAREMOS
DO RE
QUE BROTE EN LA TIERRA
SOL mi
UN MANANTIAL DE AGUA
DO RE SOL RE
QUE SACIE EL HAMBRE Y LA SED. (2)
(¿Quién es, Joaquina, tu centro? ¿Quién te sosiega
en la sed?)
mi
Se ha sentado junto al pozo,
DO RE SOL
fatigado del camino,
DO RE
y me pide de beber,
SOL mi
no sé por qué habla conmigo.
DO RE
Soy mujer, samaritana,
SOL mi
él es un hombre y judío.
DO RE
Me habla de un don de lo Alto,
SOL mi
de un manantial siempre vivo;
DO RE
Señor, yo era un pozo vacío,
DO SOL RE
¡habla y despierta mi sed!
SOL RE DO RE
QUIÉN BEBA DEL AGUA QUE YO LE DE
SOL mi RE
NUNCA VOLVERÁ A SUFRIR SED.
DO RE
FUENTES DE AGUA VIVA
SOL mi
EN ELLA BROTARÁN.
DO RE SOL RE
¡DESBÓRDAME, SEÑOR, DE AMOR Y DE FE!
SOL RE DO RE
LEVANTAD LAS PIEDRAS Y TENED FE,
SOL mi RE
¡VAMOS! TODAS JUNTAS LOGRAREMOS
DO RE
QUE BROTE EN LA TIERRA
SOL mi
UN MANANTIAL DE AGUA
DO RE SOL RE
QUE SACIE EL HAMBRE Y LA SED. (2)
Como muchos de nuestros hermanos que hoy abandonan sus hogares huyendo de conflictos bélicos y soñando un futuro digno, Joaquina de Vedruna y las primeras Hermanas se vieron obligadas a huir exiliadas a Francia. Su experiencia de dificultad en el camino nos ilumina ante nuestras realidades de hambre, de miedo, de sed, de soledad... y nos invita a unir nuestras manos para levantar las piedras, alentadas por la certeza de que Dios derramará sobre nosotros su agua de Vida.
Ain Karem