RE la
Mi boca no ha probado el pan,
DO SOL RE
ni mis ojos vieron la sonrisa.
RE la
Mi corazón se retuerce de soledad,
DO SOL RE
nunca nadie lo acompañó.
RE la
Tengo hambre de luz y sosiego,
DO SOL RE
de la vida y sentir mi destino,
RE la
de abandonar mi cochambre
DO SOL RE
y notar que este hambre pasó.
¡Padre, sáciame este hambre!
Con gran ansía lo espero de ti.
No dejes vacía mi alma
que de hambrienta no puede vivir.
“Hambre y sed que rozó la locura,
la sintió mi Hijo en la cruz.
Yo lo sacié con mi vida
y con él, la comerás tú”.